Pensar en el dilema inexistente
de sombrillas clavadas en la
arena
sin piedad.
Brota el agua más densa y pura
de ríos que no siempre
existieron,
de esa mano poderosa
que sucumbió al comienzo.
Mi ventilador gira
como los círculos, mi ciclo
y lo agoto
y el aclama
que no quiere más rejillas
que lo mareen por completo.
La luz silba, la pava irradia
el escondite perfecto de las
arañas
siempre fue en sus propios
huevos.
Los libros molestan
se agolpan pidiendo
que sus páginas respiren
para que las historias
al fin atrapen.
El lecho sin cuadrículas
limpio,
fresco,
llano,
se aturde con la persiana
que tiene agujeros
y demasiada tierra.
Mis manos ahora
cambian de estrategia:
te mueven de lugar
los espacios geométricos,
a tu universo tangible
lo hacen agua y sudor,
un vapor
incandescente.
* tus cables rechinan y piden que desenchufes de una buenavez http://www.youtube.com/watch?v=T4ot8enPjaM
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